Jaque a los despachos profesionales.
Ciberataques: en nuestro país, se detectan a diario 400 ataques de ciberseguridad. En 2016 y 2017, los despachos profesionales fueron objetivo y sufrieron muchas de estas agresiones de ransomware. Son programas dañinos que restringen el acceso a los archivos del sistema infectado, los hackers piden un rescate a cambio de liberarlos. Incluso pueden llegar a cifrar los archivos del sistema operativo inutilizando los dispositivos. También sufrieron estos ataques muchas páginas webs padeciendo programas tóxicos y phising.
Las agresiones más comunes son:
- Suplantación de identidad. Creación de perfiles falsos que se apropian de la identidad para robar información confidencial o cometer fraudes por internet.
- Ataques de denegación del servicio (DDoS). Con envíos masivos de peticiones al servidor que saturan su capacidad de respuesta y lo dejan inutilizable.
- Fugas de información. Incluye la divulgación (muchas veces pública) de datos personales.
Estos ataques suponen cuantiosas pérdidas económicas que se cifran en más de 2,3 millones de euros a consecuencia de ciberataques. Además, se produce una quiebra de la reputación profesional, y es que 9 de cada 10 empresas desaparecen 2 o 3 años después de sufrir un ciberataque a consecuencia de los daños reputacionales.
Seguros contra ciberataques
La actividad de cualquier profesional liberal debe estar cubierta por un seguro de Responsabilidad Civil y es imprescindible un ciberseguro. Ante un siniestro, se ocupa de realizar un análisis forense informático de los daños para, posteriormente, realizar una limpieza completa del sistema y dejarlo operativo de nuevo.
El nuevo Reglamento Europeo de Protección de Datos (en vigor a partir de mayo de 2018), obliga a las empresas y despachos a informar de sus brechas de seguridad en menos de 72 horas bajo sanciones que pueden llegar hasta 20 millones de euros. Para contrarrestarlas, los ciberseguros ponen a disposición del despacho un departamento jurídico especializado en analizar y defender las consecuencias legales por los datos que roba un hacker.
La póliza también actúa en el ámbito reputacional, ayuda a evitar los perjuicios que causaría al buen nombre de la marca. En caso de ciberextorsión, se ocupa de los gastos necesarios para gestionarla y resolverla, además de los daños que se puedan causar a terceros por los datos robados.
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