¡Estás embarazada! ¡Enhorabuena! Ya tienes todo preparado para darle la bienvenida a tu bebé: su ropita, tan suave y tierna, doblada en su cajón; su cuna, muy cómoda y acogedora, repleta de peluches; el baño listo, casi con burbujas, jaboncitos, cremitas y esponjosas toallas; su sillita, y mil cosas más que no paras de mirar con cariño y colocar una y otra vez.
Deseabas ser mamá, por lo que te encargaste de tenerlo todo preparado, y ¿qué es lo más importante?, no lo es un pijama, tampoco una bonita manta. Lo más importante es tu salud… su salud. Que todo vaya y salga bien, y esa deseada “horita corta”. Por lo que te aseguraste de contratar en tu Seguro de Salud la Cobertura de Embarazos y Partos.
Como mujer previsora tuviste en cuenta el periodo de carencia que podría llegar hasta los 10 meses anteriores a tu embarazo. Y contratando esta cobertura podrías tener incluidas todas las pruebas diagnósticas (ecografías, analíticas, amniocentesis…), el seguimiento de la gestación, asistencia al parto, atención del recién nacido y por qué no incluir las clases prenatales y por supuesto un programa de salud materno infantil.
Ahora sólo queda relajarse y esperar, los profesionales se encargarán de garantizarte que todo saldrá bien. Nosotros te ayudamos a elegir a los mejores, porque tú y tu familia os merecéis lo mejor.