“El pelo rojo es un inconveniente y lo es, especialmente, cuando un hombre intenta asegurar su vida. Los hechos que tenemos a mano en las oficinas de estadística de las compañías aseguradoras, muestran que el riesgo es mayor para personas cuyo pelo es de ese color más que para el resto. Parece que están más dispuestos a las tisis u otros problemas de pulmón.”
(The New York Times, 7 de julio de 1889)
Es una cita textual de la noticia publicada en el diario neoyorkino con el título “Cabezas rojas y el caballo pálido”.
¿Por qué lo del caballo? En aquella época había una creencia: cuando un caballo blanco y una pelirroja se cruzaban por aceras opuestas, quería decir que la mujer había sido caballo y el caballo, mujer.
¡Increíble pero cierto!