“Salimos con lo puesto. Tenemos en las taquillas las llaves del coche, el teléfono móvil y la ropa. Cuando desalojamos la factoría no parecía que iba a ser tanto y, mira, cómo está todo calcinado. Es dantesco ver cómo se queman 20 años de trabajo. Afortunadamente no hay daños personales”.
El 9 de mayo, un aparatoso incendio destruyó Fandicosta, la séptima industria pesquera de España. Fueron desalojadas 110 personas de la planta de Moaña (Galicia), se evacuaron las casas contiguas y una gasolinera que estaba en peligro.
Sólo en España, durante el 2014 se produjeron casi 60.000 incendios en empresas lo que supusieron indemnizaciones por valor de 369 millones de euros, según los datos recogidos en la Memoria Social de UNESPA 2014. Y es que el siniestro más habitual, con diferencia, y también con un coste muchísimo más elevado, son los incendios.
Mapa de riesgos empresariales
Los corredores de seguros ayudamos a los empresarios a que esto no ocurra porque actuamos como gestores de riesgos realizando una completa “Ingeniería de Seguros”. El objetivo es “identificar cada uno de los riesgos que puede sufrir la empresa, clasificarlos, estudiar su probabilidad de ocurrencia, su posible impacto, y evaluarlos elaborando el correspondiente mapa de riesgos y su correcto aseguramiento”.
No lo decimos nosotros, sino un estudio realizado por la universidad de Santiago de Compostela. Indica que una de las grandes carencias de la empresa gallega es que solo el 13% dispone de la figura del gestor de riesgo. Este dato puede extrapolarse al resto del país.
Independientemente de que como empresa se tomen decisiones de negocio acertadas, este acierto estará condicionado por la existencia o no de hechos imprevisibles que constituyen los accidentes y el primer paso para proteger tu empresa es conocer los riesgos a los que se enfrenta.
Crear una empresa es una gran apuesta y mantener su rentabilidad todo un reto ¿estás dispuesto a arriesgar todo ese esfuerzo invertido? Fandicosta perdió en apenas unas horas una parte muy importante de su patrimonio que hay que volver a reponer de nuevo, además debe soportar la paralización de la actividad que va a afectar a la gestión de su empresa y por lo tanto pérdidas de beneficios. Actualmente, 7 de cada 10 empresas desaparecen tras un siniestro de esta envergadura por no tener una buena protección aseguradora. Deseamos que en esta ocasión todo este bien, el empresario pueda continuar con la actividad y sus cerca de 300 empleados puedan volver a sus puestos de trabajo.
En el siglo XXI, renacer de las cenizas es posible para cualquier empresa, aunque, solo, si está bien asegurada.