El cambio del panorama en el motor modifica el futuro más de lo que pensamos. Históricamente han sido el precio y la autonomía los dos argumentos principales en contra de la popularización de la movilidad eléctrica.
El precio
Pero estos dos obstáculos empiezan a ser salvables, el primero, especialmente, gracias a la puesta en marcha de planes de ayudas a la compra de vehículos eficientes como el Plan Moves III
En el que en caso de achatarramiento de un vehículo anterior es de 5.000 euros si la autonomía eléctrica es inferior a los 90 km y de 7.000 euros si la autonomía supera esa cifra.
Si no hay achatarramiento, las ayudas son de 4.500 para eléctricos y 2.500 para híbridos enchufables. También hay ayudas de 1.300 euros para motos cuya autonomía eléctrica supere los 70 km.
Variedad y comodidad
Pero más allá del precio y la autonomía los dos problemas que frenan la expansión del vehículo eléctrico parecen ser la falta de variedad y de comodidad. “Los fabricantes todavía no están ofreciendo a los consumidores una variedad de eléctricos asequibles”.
El problema de la comodidad hace alusión a la recarga. Aunque va creciendo el número de cargadores públicos, el tiempo de recarga sigue siendo notablemente superior al de repostaje. “Incluso si hay estaciones de carga bien repartidas por tu trayecto, el tipo de cargador más habitual requiere más de tres horas para llenar por completo la batería”
Software y tecnología
La industria automovilística está cambiando, pero no en la dirección que se piensa: Tecnología. Estamos pasando de coches complejos con software simple a coches simples con software complejo. Un automóvil eléctrico es un mejor automóvil, pero ¿un automóvil con mucha tecnología sigue siendo un coche? Quizás por eso algunos creen que Tesla es una empresa de software que además fabrica coches, y otros piensan que no, que sigue siendo una empresa de automóviles.
Ha habido cierta euforia respecto a que el coche autónomo, ese que se conduce solo de manera absoluta y durante todo el tiempo parecía que iba a circular por las calles en breve y ahora hemos visto que sucederá más bien en unos 10 años.
Fuentes: La Vanguardia | Autobild