Al conducir: no discutas, no adelantes perros, no viajes con maniquís
La experiencia demuestra que la realidad siempre supera a la ficción. Y como muestra un botón; aquí tienes nuestra selección de multas imposibles pero reales:
“Tengo una muñeca vestida de…”
La Guardia Civil cazó a un conductor circulando por el carril de BUS-VAO en la A-6 con una muñeca vestida de niña sentada a su lado, aparentando ir acompañado para poder ir por este carril. Lo grave del asunto es que no es el primero ni el último.
NO se puede adelantar a un perro.
Ocurrió en Sanxenxo (Pontevedra). Una persona fue sancionada por pasar a un perro sin respetar la distancia obligatoria en vía interurbana. Concretamente adelantar a un perro suelto en la carretera PO-550 sin guardar la distancia lateral reglamentaria, a su paso por una zona rural del municipio pontevedrés de Meaño, le costó a un vecino de Noalla (Sanxenxo) una multa de 200 euros. La obligación de guardar la distancia de 1,5 metros también se aplica para los animales y no se hace distinción de si son ejemplares salvajes, asilvestrados o si los lleva su dueño sujeto con correa.
No discutas que es peor.
En Canarias, la Guardia Civil multó a un conductor de 80 años que discutía enérgicamente con su copiloto. Como se puede ver en el siguiente vídeo desarrollado por Zen Driving que han realizado una investigación los resultados son contundentes: detrás del 90% de los accidentes está una emoción sin controlar y sólo siete de cada cien conductores mantienen un control emocional correcto y equilibrado a lo largo de su recorrido.
Dentro de los factores que más influyen en la conducción, los que más disminuyen la atención al volante son mantener una conversación intensa por el móvil, que incrementa en un 41% el riesgo de sufrir un accidente, tener un altercado con otro conductor, que incrementa esa posibilidad en un 37%. Otros factores son tener problemas o tareas mentales complejas, tener una conversación intensa con el copiloto, así como tener un exceso de confianza, fumar y tener una ligera fatiga.
Hija y padre borrachos.
En el término municipal de Vilablareix, cerca de Girona, una joven circulaba con otras cuatro personas por la AP7, cuando la pararon los Mossos d’esquadra y, en la prueba de alcohol, dio una tasa de 0,60 miligramos por litro de aire espirado, cuando la tasa máxima es de 0,25. Como el resto de ocupantes del coche también habían bebido, llamaron al padre de la chica para que fuera a buscar coche.
Al cabo de un rato, el hombre llegó en moto al control y tuvo que realizar la prueba de alcoholemia para conducir el automóvil, pero se le prohibió al dar una tasa de 0,71 miligramos, que casi triplicaba el máximo permitido.
Al haber conducido la moto, el hombre, de 51 años y nacionalidad española, fue imputado por un delito contra la seguridad viaria y también se inmovilizó su vehículo.