¿Qué bombillas usar en casa para ahorrar?
“Apaga la luz”, “hay que ahorrar, que la luz está muy cara”, “si no estás en la habitación ¿por qué tienes la luz encendida?”, muchas son las veces en las que a lo largo del día se pueden escuchar estas expresiones. La factura de la luz puede llegar a convertirse en una de las más temidas a final de mes, en el caso de que no lo sea ya.
La iluminación en el hogar es uno de los gastos más notables en la factura, y más teniendo en cuenta los cambios experimentados en lo que al precio de la luz se refiere desde el pasado año. Por lo tanto, invertir en el equipamiento de una iluminación para el hogar que fomente el ahorro evitando los consumos excesivos se convierte en una alternativa para todos. ¿Qué opciones tenemos?
Bombillas de bajo consumo
Con la misma tecnología que la de los tubos fluorescentes pero mucho más pequeñas y con casquillo de bombillas para que puedan sustituir por las incandescentes. La duración también es muy superior, de hasta 8 veces más que las tradicionales pero podemos encontrar en el mercado bombillas más económicas y de menor duración (3 veces más) por ello hay que comparar no sólo precio sino también la duración de las mismas. Uno de los hándicaps es, que al igual que los tubos, tardan en dar toda la potencia y son por ello recomendables en lugares donde mantenemos la luz encendida durante muchas horas.
Son una gran opción para el ahorro, y de hecho según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, tienen una penetración del 86% en los hogares españoles, lo que supone que hay una media de 7,04 bombillas de bajo consumo por hogar.
Bombillas y focos LED
La luz de moda y la más eficiente, LED es el acrónimo en inglés de “diodo emisor de luz”. Las ventajas son muchas ya que combinan bajo consumo, mayor tiempo de vida, tamaño reducido, sin sustancias tóxicas y gran eficiencia ya que producen un 98% de luz y sólo pierden un 2% en calor.
Se estima que tienen una duración aproximada de 70.000 horas, por lo que pueden llegar a durar hasta 50 años, lo cual aunque su precio supera el de la bajo consumo, económicamente son mucho más rentables. También a diferencia de las bombillas de bajo consumo, alcanzan el 100% de su rendimiento desde el mismo momento en que las encendemos. Encontramos LEDS para todo tipo de conexión, desde con casquillo hasta las entradas de halógeno, teniendo el mismo punto fuerte, en la emisión de luz pero siendo mucho más baratas en su consumo son la mejor sustitución para conseguir grandes ahorros. Eso sí, existiendo una enorme variedad de potencias y color (de las más frías –blancas- a las más cálidas –amarillas-) debemos elegir muy bien el modelo que cubra nuestras necesidades.
¿Cuál elijo?
La tecnología LED nos ofrece una combinación perfecta de ahorro y rendimiento, su precio va descendiendo pero puede ser elevado para algunos bolsillos, pero una bombilla LED de calidad a largo plazo es la más rentable.
Si buscamos un desembolso inicial menor, en los lugares donde la luz este encendida mucho tiempo, las más adecuadas son las bombillas fluorescentes de bajo consumo.
Donde este poco encendida, como pasillos, podemos optar por halógenas, pero eligiendo las de bajo consumo.
Por último en espacios amplios como oficina, los tubos fluorescentes son buena opción, cubren amplias superficies a un bajo coste. Eso sí, si los usamos muchas horas y queremos alargar la duración del tubo es importante que tengan un balastro electrónico.
Via | Economia ElPais.es