Si en caso de siniestro resulta que los datos que se han proporcionado para la formalización de la póliza no corresponden con la realidad del riesgo asegurado y estos afectan a la prima de la póliza, el asegurador reducirá la indemnización en la proporción existente entre la prima pagada y la que realmente hubiera correspondido.
Ejemplo: En mi póliza de hogar declaro unos bienes por valor de 10.000 € cuando su valor real asciende a 20.000 €. En caso de siniestro la indemnización máxima se fijará en 5.000 €