Tu salud es una cuestión de tiempo, no de dinero. Probablemente confías en tu médico de cabecera, pero también sueles acudir por lo privado a otros especialistas, como el pediatra, ginecólogo, dentista…
“Algunos creen que para ser amigos basta con querer, como si para estar sano bastara con desear la salud” (Aristóteles)
Si eres este tipo de persona, estás en el momento adecuado de plantearte un seguro que garantice una asistencia sanitaria rápida y muy importante: con los profesionales que tú elijas, algo que en la sanidad pública no puedes decidir.
Teniendo en cuenta las elevadas listas de espera de la seguridad social para las consultas con algunos especialistas y para determinadas pruebas diagnósticas, disponer de una alternativa para poder acceder a la sanidad privada en caso de necesidad se está convirtiendo en una solución para muchas familias.
¿Cómo funciona un seguro médico?
Un seguro médico funciona de tal manera que pagas una cuota fija todos los meses y cuando necesitas acudir al médico, el seguro corre con los gastos
Pero el lenguaje de los Seguros de Salud está repleto de palabras extrañas que no siempre puedes interpretar. Aquí os aclaramos algunas dudas que nos habéis planteado.
¿Qué es el período de carencia?
El tiempo que transcurre desde que contratas tu seguro médico hasta que puedes empezar a utilizar algunos servicios sanitarios cubiertos por la póliza. Una vez pase o transcurra dicho periodo, el paciente podrá comenzar a usar el seguro con absoluta normalidad. Habitualmente este periodo oscila entre los 3 meses para pruebas diagnósticas sencillas hasta los 12 meses, aunque sí se puede tener acceso a pruebas simples y a consultas de especialistas prácticamente desde el mismo momento en que la póliza entra en vigor.
Su objetivo es el de controlar el fraude, y evitar que un determinado cliente que haya sido diagnosticado previamente de una enfermedad grave contrate un seguro médico privado con el objetivo de acceder de manera prioritaria a tratamientos médicos complejos.
¿Qué significa copago?
Es una pequeña cantidad de dinero que tienes que abonar para determinados servicios sanitarios; como la visita a algún especialista o la realización de alguna prueba médica específica. Varía en función de tu seguro y suele ser una cantidad fija, además de la cuota periódica que deba llevar a cabo según las condiciones contratadas. Su objetivo es concienciar al cliente del uso responsable de los servicios médicos. Todas las aseguradoras de salud disponen de seguros médicos con copagos, pero también cuentan con seguros determinados en los que no existe el copago. Sin embargo, este tipo de seguros suelen tener una prima periódica más alta.
¿Qué son las preexistencias?
Aquellas enfermedades o patologías diagnosticadas antes de contratar tu póliza de Salud o dentro del período de carencia. Es decir, se trata de cualquier patología, enfermedad o condición de salud que la persona ya conozca que padece y que, por ello, haya sido ya diagnosticada médicamente con anterioridad a la contratación del seguro médico.
En caso de existir ya esa enfermedad previamente a la contratación del seguro es la aseguradora la que finalmente decide si cubre con los gastos médicos que pueda causar tras la entrada en vigor de la póliza. Si es así, la prima del seguro tiende a subir, de manera que pagarás más si quieres que ésta sea cubierta. No obstante, también hay muchas aseguradoras que directamente no la cubren.
Esto es debido fundamentalmente a que las pólizas de seguros médicos son, en esencia, para patologías y enfermedades nuevas, que aparezcan después de su contratación.
¿A qué edad? Cuestion de tiempo
Cuanto más joven, mejor. Evitarás todas las preexistencias médicas y las exclusiones que suponen. Normalmente, la edad de contratación suele estar limitada después de los 65 años.
¿Qué hacer antes de contratarlo?
Visitar nuestras oficinas o contactar con nosotros. Analizaremos las distintas pólizas del mercado para garantizar que se incluyen las coberturas y prestaciones que necesitas y te explicaremos los servicios de las aseguradoras.