Según OESA (Observatorio Español del Seguro de Alquiler), uno de cada tres alquileres se realiza ya con un seguro de Impago. Propietarios e inquilinos lo prefieren porque resuelve dos problemas: que no paguen y que destrocen la casa. Aún, es más, defiende al dueño frente a las reclamaciones por vía civil y penal, pagando las costas de abogado y procurador.
La experiencia demuestra que la aplicación del seguro de Alquiler ha reducido la morosidad un 85%.
Donde antes se pedían avales bancarios o avalistas personales, ahora se formalizan seguros de alquiler. Esta nueva fórmula para que los propietarios se cubran las espaldas ante posibles impagos es una alternativa cada vez más usada que, además, ha servido para dinamizar el mercado y permitir el acceso a una vivienda en alquiler a inquilinos que siendo solventes, no tenían capacidad económica suficiente como para consignar en su entidad financiera una importante cantidad de dinero en forma de aval
¿Cómo funciona y qué cubre el seguro de impago de alquiler?
Y, ¿De qué me cubre? Bueno, en primer lugar es un filtro para elegir al inquilino. Antes de formalizar el contrato la compañía aseguradora o la inmobiliaria que intermedia en la póliza hacen un estudio de viabilidad al candidato para comprobar que es solvente
Una vez firmado el arrendamiento, lo habitual es que el seguro cubra el pago de las rentas adeudadas hasta un máximo de 12 mensualidades, e incluso en algunos casos se adelantan los recibos impagados, aunque depende de la aseguradora
Además, muchos de ellos ofrecen defensa jurídica al propietario ante posibles conflictos civiles o penales con el inquilino. También es habitual que protejan frente a los deterioros inmobiliarios y el robo del continente del inmueble que puedan ser causados por el arrendatario
El coste de estos seguros se suele situar entre el 3% y el 5% de la renta anual, es decir, para un apartamento en el que el alquiler sea de 700 euros mensuales, supondría un coste de entre 252 y 420 euros al año, según apunta la agencia inmobiliaria api monteleón en su web
Como corredor, te lo recomiendo porque es más completo que un aval, no supone la retención de una cantidad importante de dinero como fianza a los inquilinos y evita los dilemas psicológicos y morales al propietario que debe afrontar un proceso de desahucio.
Fuente | Idealista